Capítulo 13 - La Bienvenida Inesperada

Le tomó a Joanna algo de tiempo adaptarse, pero dudó al entrar en el coche donde la puerta estaba abierta para ella.

—Tú. Tú eres quien casi me atropella con este coche —señaló al conductor, luego se volvió hacia Alex—. ¿Estabas tú en el coche? Su rostro ya estaba cubierto de sudor ante la observación.

Recordó que cuando presenció la propuesta fallida, la cara de Alex le pareció familiar, pero no pudo relacionarlo con ese incidente.

Luego el incidente en la oficina. ¿También fue él? No, no podía ser porque aquel hombre tenía las piernas intactas, mientras que Alex no.

—¿Y si lo estuve? —preguntó Alex con una expresión fría. Joanna tragó fuerte cuando sus miradas se encontraron.

Era como si él la hubiera bloqueado, y ella no podía adivinar qué estaba pasando por su mente a partir de su rostro.

Contemplando entre cancelar lo que fuera que había entre ellos y la puerta del coche abierta, temía que Alex le estuviera ocultando secretos.