—¿De qué estás hablando? —balbuceó Logan, intimidado por la negra mirada de Alex. La voz de Alex se volvió fría.
—Nunca te había conocido por tartamudear, Logan —sus cejas amenazantes levantadas pusieron nervioso a Logan.
Toda la atención estaba ahora centrada en él, incluida la de la mujer a su lado. Ella no estaba segura de la situación, pero permaneció en silencio como lo advirtió anteriormente cuando coqueteó con Alex.
Logan, sintiéndose atrapado por el comportamiento de Alex, intentó desviar la situación irrumpiendo en risas.
—¿Cómo pudo haber sido drogada tu esposa? ¿No se suponía que debías estar cuidándola? ¿No dijiste que estaba trabajando hasta tarde? —continuó lanzando una pregunta tras otra en el intento de ganar tiempo en el momento en que Alex comenzó a responderlas.
Sin embargo, solo alimentó las sospechas de Alex, conociendo mejor al hermano menor que vio crecer y de quien incluso cuidó.