Dos noches atrás.
Tras la conversación telefónica con Logan, Mia fue a ver a su padre, sintiéndose devastada. Para su sorpresa, su padre ya había sido informado sobre lo ocurrido durante la cena familiar extendida.
—Mia, lo has arruinado todo. Ni siquiera puedes hacer una sola cosa bien —exclamó Cole, recuperando el control después del arrebato al notar a Mia.
Le habían encargado evitar que Joanna asistiera a la cena, pero ni siquiera pudo lograr eso.
Además, se sentía ineficaz en la oficina, incapaz de aportar algo sustancial para ayudar a vencer a Joanna.
Mia estaba entre lágrimas, pero conocía sus fortalezas y estaba decidida a usarlas para recuperarlo todo.
—Papá, lo compensaré contigo —dijo con determinación, secándose las lágrimas con el dorso de las manos, pero Cole no pudo obligarse a confiar en ella de nuevo.
—¿Cómo? —preguntó, con enojo evidente en su voz. Mia mordió pensativamente su labio inferior, pero al ver a su madre, una ola de depresión la envolvió.