—Aquí está lo que vamos a hacer —dijo Alex—. Llámalo de nuevo e infórmale que tiene que venir en persona a recolectar el reembolso con una penalización. Además, hazle saber que su pedido ha sido cancelado por tu jefe.
Esta marcó la primera vez que tenían que cancelar un pedido, y la penalización se fijó en el treinta por ciento del monto del contrato.
A pesar de la posible pérdida de dinero, Alex vio esto como una oportunidad para recabar información del hombre. Sin embargo, Dario planteó una preocupación válida.
—¿Qué pasa si se niega a venir en persona e insiste en recibir el reembolso a través de una transferencia bancaria u otro método? —preguntó Dario.
Alex se estaba frustrando con las preguntas, ya que toda la información necesaria estaba claramente delineada en sus términos de compra.
Era posible que Dario hubiera olvidado, ya que esta regla nunca se había aplicado desde el inicio de la agencia.