—¿Cuál es el problema? Alex habló tan bien de ti, así que si no entregas, entonces le has fallado a él y no solo a mí —Joanna se encontró gritando de la frustración.
Ella, que difícilmente elevaba la voz, se había transformado en alguien más por causa de Alex.
Esta boda entera no era parte del contrato inicial, y para sumar a su nerviosismo, fue informada de que había un problema.
—Señorita, por favor déjeme explicar. Los diamantes son numerosos, y con el diseño, tenemos que coser cada uno a mano. Los pedacitos pequeños son el problema, y si nos puede dar esta noche, podemos tener el vestido de novia entregado antes de que se despierte por la mañana —dijo la diseñadora de vestidos de novias.
Joanna tomó un respiro profundo para calmarse ya que no todo estaba perdido. Era solo cuestión de tener paciencia.
El vestido de novia era impresionante incluso sin los diamantes, y no pudo evitar imaginarse el resultado final.
—Está bien. Por favor tráemelo a primera hora de la mañana.