—Que te jodan, Alex, espero que mueras en el incendio, pero incluso si sobrevives, nunca me encontrarás.
El papel se encogió entre los dedos de Alex mientras los enrollaba alrededor de la nota. La furia ardía dentro de él, y Alex estaba seguro de que si hubiera encontrado a Logan, esta vez no habría mostrado misericordia.
Su amor fraternal y misericordia como el jefe de la familia se esfumaron en el momento en que Logan puso en riesgo no solo su vida sino también la de Joanna.
Si Alex se hubiera retrasado un poco, tantas vidas se habrían perdido ¿por qué? ¿Por una persona que piensa que se merece todo?
—¿Escapó? —preguntó Aiden, después de haber leído la nota antes de que Alex la arrugara. Este frunció el ceño profundamente.
—Lo voy a cazar por todas las vidas que puso en peligro, y la familia de Don Lucas también debe pagar.
—Déjame encargarme. Tienes una familia. Ve a cuidar de tu esposa —imploró Aiden, pero Alex negó con la cabeza.