La sospecha de Joanna se confirmó al darse cuenta de que Logan no estaba solo en esto. El hombre que entró en la sala la miró como si ella fuera a ser su próxima víctima.
—Cambio de opinión. La quiero a ella —dijo seriamente. Joanna perdió la compostura, incapaz de ocultar sus miedos. Don As parecía joven pero misterioso.
—No, ella es mía —argumentó Logan. Joan estaba contenta de no haber insistido en su relación con Alex.
—Teníamos un trato. Te la quedas, y la policía arresta a Alex. ¿Y qué pasa con las acciones, eh? —Don As no parecía contento, pero la forma en que seguía mirando a Joanna hacía que ella quisiera huir.
—Estoy trabajando en eso, y tienes que confiar en mí —dijo Logan suplicante. Joanna estaba perdiendo la esperanza.
Si Logan estuviera completamente a cargo, habría sido fácil, pero con este hombre, ella no sabía qué hacer.