—Yun Feng, ¿no dijiste que tenemos que buscar a tu hermano? ¿Adónde deberíamos ir? —preguntó Wei Zi Qi.
—Oh. —Yun Feng recuperó sus sentidos y dijo:
— Tengo una manera de encontrar a mi hermano. —Al decir eso, sacó una piedra de jade, una que era similar a la que Sima You Yue tenía en la mano, y tenía dos pequeños puntos rojos en ella—. Esto es lo que el hermano mayor trajo de allá arriba, y me la pasó antes de irse, diciendo que mientras siga esto, podré encontrarlo —dijo Yun Feng—. Están moviéndose rápidamente. ¡Oh no! Se están moviendo con mucha urgencia, ¡debe significar que los están persiguiendo!
—Están corriendo hacia nuestra dirección… ¡Oh, han cambiado de dirección! —comentó Fatty Qu.
—Debe haberse dado cuenta de que estamos en esta dirección y se movió a un lado —dijo Yun Feng.
—¿Tú y tu hermano tienen piedras madre? —preguntó Sima You Yue.
—Sí —dijo Yun Feng.
—No están muy lejos, ve si puedes contactarlo —dijo Sima You Yue.