Sam

En medio de la noche, me desperté. Me había dormido sobre la mesa, encima del libro que estaba leyendo.

Lentamente, me empujé para sentarme. Al hacerlo, una manta sobre mis hombros se deslizó hacia abajo, la cual atrapé antes de que cayera al suelo.

Fruncí el ceño. Estoy segura de que me quedé dormida leyendo. ¿Cómo es que estoy...?

Subconscientemente, levanté la cabeza. Mi mirada atrapó de inmediato la figura sentada frente a mí.

Samael estaba mirando por la ventana. Su mandíbula descansaba sobre sus nudillos, aparentemente sumido en profundos pensamientos ya que no se había dado cuenta de mí.

Apresé mis labios. Nuestra conversación anterior surgió en mi cabeza, lo que me hizo apretar las manos en mi regazo.

Esta era otra faceta suya que no había visto hasta ahora. Solo estaba mirando por la ventana, su expresión seria.

¿Qué estaría pensando? Para tener esa expresión...