—Samael me había dicho que viajaríamos solo él y yo —también pidió a las criadas que me dieran un cambio de ropa en un vestido mucho más sencillo.
Sin embargo, como una campesina de nacimiento, no hay nada sencillo en estas ropas. Bueno, parecía un poco simple, a diferencia de los vestidos que había estado usando.
Pero aún eran bonitos. Tal vez, ¿para los ojos de los nobles sean sencillos? Aún no podía entender cuál era la norma entre los nobles.
No es que haya encontrado a otro, además de Sam.
—¿En qué estás pensando? —volví en sí cuando escuché a Sam preguntar.
Actualmente estábamos montando un caballo a paso muy lento. Sam sosteniendo las riendas mientras yo me sentaba frente a él; mis pies en la parte trasera del caballo.
Lentamente, levanté la mirada hacia él.
—Estaba pensando cómo es que este vestido es considerado sencillo —respondí.
—Porque el precio es diferente —Sam me echó un vistazo antes de mirar hacia adelante.
—¿Eh?