—¿Qué? —exclamé incrédula—. ¿Señor Noé y Teddy fueron amigos antes?
—Eran mejores amigos —asintió Sam, cruzando los brazos.
—¿Lo escuché bien? ¿Cómo podría...?
—Hace cientos de años, me quedé en Whistlebird durante bastante tiempo. Noé era un niño en ese entonces. Recuerdo que solía jugar con un niño de los Brown en secreto. ¡Cómo pasa el tiempo y ahora parecen mucho mayores que yo! —Sam sacudió la cabeza deprimido mientras chasqueaba la lengua.
—No pude evitar tener una expresión conflictiva en mi rostro —Teddy y Noé no parecían más mayores que Sam. Parecían... de la misma edad que él.
—Sam es realmente viejo, ¿eh? Es como mi antepasado.
—Pero Antón tenía esta firme creencia de que los nobles deben estar por encima de los demás.
—¿Esa es la razón por la que terminó su amistad? —me preguntaba, apartando otros pensamientos.
—Bueno, más o menos. Pero fueron amigos hasta hace poco, cuando Antón descubrió que Noé y Teddy estaban planeando cambiar Whistlebird —añadió Sam.