Tú y él se ven bien juntos

—Duquesa, ¿por qué no toma unas manzanas? ¡Son muy dulces y recién recolectadas! —una comerciante me ofreció con una amplia sonrisa en su rostro. Sonreí, caminando hacia su puesto, y tomé una que tenía un tono perfecto de rojo.

—Tomaré esta entonces. —Mi sonrisa permaneció, fijando mis ojos en la anciana comerciante—. Tome esto. —Lanzando una moneda hacia ella, que atrapó por instinto.

—Su Gracia, no tiene que...

—¿Quieres una, su alteza? —la ignoré adrede, desviando mi atención a Heliot, que estaba a mi lado.

Heliot miró la manzana en mi mano y luego giró su cabeza hacia la anciana. Una leve sonrisa apareció en sus labios, tomando una manzana al azar y entregando una moneda.

—Su Gracia, mi Señor, realmente es...

—Solo tómala. —Insistí, moviendo la cabeza mientras me daba la vuelta y me alejaba. Escuché a la anciana expresar su gratitud como si le hubiera salvado la vida o algo así.