Ilsa evaluó a Adriana, creando una línea entre sus cejas mientras lo hacía.
—Eres el caso más único que jamás me he encontrado —dijo ella.
Luego, miró a Fleur y dijo:
—No podrás entrar a las puertas de esta academia de ahora en adelante. Debes dejar a Adriana aquí e irte. Ninguno de los guardias de la reina tiene permitido entrar.
—Pero se permite la entrada a los guardias de la realeza, Señora —replicó Fleur.
Ilsa entrecerró los ojos.
—¡Esa regla fue cambiada hace unos días atrás!
Fleur estaba impactada. Adriana no sabía nada sobre magia.
—¿Qué hay de su seguridad? —preguntó Fleur. Tenía que mencionar esto a Isidorus.
—¿Nos está acusando de desear hacerle daño a un miembro de la realeza en los terrenos de la academia? —dijo Ilsa.
—No estoy diciendo eso
Ilsa interrumpió a Fleur a mitad de la frase y dijo:
—Esto ha sido aprobado por todos los miembros del consejo si estás pensando en reportarlo a Isidorus.