—Sentirse cansada y exasperada, Adriana guardó su varita en su túnica y le preguntó a Ziu —Profesor, quisiera hablar con Isidorus.
—Adriana, puedes hablar con él después de que termine la clase. La competencia comenzará en tres días —respondió él.
—Profesor Ziu, ¿ha podido hablar con la directora acerca de eso?
—Hubo una reunión sobre la competencia, y este tema se planteó entonces, pero ella dijo que sus manos están atadas ya que los detalles de la competencia provienen del ministerio —respondió con la mirada en el suelo. Se veía impotente.
—Está bien —dijo Adriana, entrecerrando los ojos. Sabía lo que tenía que hacer.
Continuó practicando el hechizo hasta que la clase terminó, sin embargo, no logró acercarse a pronunciarlo correctamente. Ziu había instruido que era importante concentrarse totalmente y decir el hechizo adecuadamente. Dijo que a menos que sientas la intensidad de matar a alguien, las puertas no se abrirían. Verdaderamente no era un hechizo fácil de aprender...