—¿Qué dijo? —preguntó Adriana, sospechando ya.
—Dijo que tiene exquisitos collares de diamantes en el mercado de la ciudad. A los Humanos les gusta ese tipo de cosas. Nate se emocionó mucho cuando lo escuchó y dijo, «¡Oh sí, eso es lo que estaba buscando!» y se fue con él.
—¿Puedes explicar qué tipo de tatuaje tenía en el cuello? —preguntó Adriana, esperando que pudiera darles alguna pista o idea para seguir.
—Era un extraño... Creo que parecía un caballito de mar...
Adriana estaba asombrada con esta revelación. Se llevó la mano a la boca. —Adri, ¿es lo que estoy pensando? —preguntó Dmitri.
—Sí —vino una respuesta apagada.
—Entonces, ¿qué pasó? —preguntó Dmitri.
—Entonces Nate salió con ese hombre. Estaba muy enojado con él por haberme robado un cliente, así que salí a pelear con él pero vi que se habían alejado bastante en tan poco tiempo, lo que fue sorprendente...
—¿A dónde fueron? ¿Tienes alguna idea? —preguntó Dmitri.