Del Amor al Odio

Cora estaba sentada en el sofá, sosteniendo los brazos del mismo para apoyarse. Confío en Keisha más que en cualquier otra persona en su vida. ¿Cómo podría Keisha traicionarla? —Esto no es verdad... —Cora sacudió la cabeza.

—Envía a los mensajeros que descubrieron la deslealtad de Keisha hacia el reino —ordenó Dmitri mirando a Nate—. Podrás escucharlo de aquellos que tienen pruebas en su contra —dijo Dmitri mirando a su madre.

El corazón de Cora se hizo pesado como si alguien hubiera puesto un peso de mil libras en él. Los mensajeros llegaron en media hora y derramaron todos los detalles frente a Cora.