—Dmitri había entrado en la sala principal para entonces y había escuchado lo que acababa de decir. Se detuvo en seco. ¿Estaba Mihr cambiando su lealtad justo ahora y mostrando su solidaridad hacia Adriana? ¿Estaba tan desesperado porque Adriana ganara la competencia?
—Adriana lo escuchaba con atención extrema. Pero no estaba preparada para lo que vino después.
—Mihr hizo una pausa y luego dijo —Escucha Adriana, Isidorus ya no podrá ni siquiera hablarte porque de lo contrario podrían culparlo de favorecerte. Así que he decidido algo, que es de máxima importancia y sé que esto puede sonarte extraño, pero aún necesitas conocer algunos hechizos para esa competencia y yo puedo enseñarte esos hechizos.
—Para cuando él había pronunciado esas palabras, Dmitri se había acercado a su lado. Tanto él como Adriana lo miraban con asombro.
—¿Por qué te ofreces a enseñarme? —preguntó ella—. Con la historia de Mihr, era posible que les estuviera mintiendo.