Las sombras de las espadas eran como sueños e ilusiones, y aun después de la práctica, parecía como si las sombras de las espadas se quedaran ante sus ojos como luz fugaz, dejando a todos incapaces de desprenderse y olvidar.
Sin embargo, las sombras de las espadas eran demasiado complicadas. Aunque se recordaban, parecían confusas.
Viendo a todos sumidos en la contemplación, Li Hao no se demoró más y se sentó a seguir dibujando.
+827, +789, +702...
Li Hao molió la tinta y pintó a un ritmo rápido.
Las pinturas de estos docenas de maestros del Reino de Viaje Divino acumularon cada una siete a ocho cientos de experiencias, acelerando enormemente su Experiencia de Pintura.
Mientras Li Hao pintaba, los demás gradualmente recuperaron su enfoque y, al ver al ocupado Li Hao, no se atrevieron a molestarlo sino que aprovecharon el tiempo para comprender y reflexionar.
Después de que Li Hao terminó la cuarta pintura, miró a la multitud y dijo:
—¿Qué sensación tienen?