—El joven de la túnica morada levantó ligeramente las cejas, un arco juguetón apareció en las comisuras de su boca y extendió la mano para atrapar.
¡Bang!
—Él asió la pieza de ajedrez que había suprimido anteriormente a los Grandes Maestros del mundo.
—La deslumbrante y magnífica luz, que él había capturado casualmente, se extinguió como el sol apagándose.
—El color de la multitud cambió al unísono, pero en ese momento, una ráfaga de sonidos explosivos llegó repentinamente desde la palma del joven de la túnica morada, como un trueno estallando, y un poco de humo blanco ceniza se dispersó entre sus dedos, asemejándose a polvo de piedra.
—La expresión de diversión leve en el rostro del joven de la túnica morada se congeló levemente, y aflojó los dedos, revelando su palma que era una mancha borrosa de carne y sangre, como si hubiera sido cortada por numerosas cuchillas afiladas.
—¡Él, estaba herido!