Capítulo 31: Una Espada Hendiendo el Cielo

Cuando esta bocanada de Qi Inmortal entró en su cuerpo, cada poro de Li Hao emitió miles de millones de luces deslumbrantes, como si un espléndido sol divino y llameante hubiera sido engullido en su interior.

La nieve acumulada a su alrededor comenzó a evaporarse y derretirse rápidamente.

Su carne y sangre latían y se retorcían, transformándose y refinándose, purgando impurezas del hueso y la médula, con una resplandeciente radiación blanca plateada brotando de sus poros, envolviendo su figura en una neblina de luz Inmortal.

Su cuerpo físico se transformaba, también su Fuerza Verdadera, e incluso el alma espiritual y el aspecto dharma de Li Hao trascendían debido a esta bocanada de Qi Inmortal. Su alma divina dorada se encogía, cambiando de la forma de un joven a la de un infante.

Luego, crecía desde la infancia de vuelta a la forma de un joven.

Solo que ahora, el originalmente robusto y vigoroso espíritu había adquirido algunas trazas más de un aura etérea y alejada del polvo.