—Eso es correcto, vinimos aquí porque todos tenemos cuentas pendientes con la Familia Li. ¡Una oportunidad tan rara no debería dejarse pasar tan fácilmente! —la mujer a su lado tenía un rostro pálido como un fantasma, emanando un aura de muerte y sus ojos eran de un verde penetrante.
Feng Shan Jun se quedó momentáneamente desconcertado, sin esperar que tantos Reyes Demonio se hubieran reunido aquí.
Sintiendo una mezcla de sorpresa y arrepentimiento, pensó para sí mismo que si hubiera sabido que ese joven era tan aterrador, habría esperado en lugar de enfrentarlo solo y desperdiciar la preciosa oportunidad de desafiar el destino.
Pero este pensamiento pasó por su mente sin quedarse, ya que era demasiado vergonzoso considerarlo.
Como un Rey Demonio, no ser capaz de derribar a este joven por sí solo era una deshonra.
—¡Mata!
No perdió más palabras y simplemente dio la orden.