La odio. Dile que se vaya

—Un pianista renombrado había lesionado su mano anteriormente en un accidente.

—Aunque contrató a los mejores doctores, la cirugía fue considerada un éxito y pudo retener la función motora en su mano, era imposible que alguna vez pudiera volver a actuar.

—Fu Heyan lloró en silencio.

—Qin Sinian estaba desconsolado de que ella se hubiera lastimado, pero no había nada que pudiera hacer.

—Hermana Mayor —dijo Fu Xiuyuan con su poderosa voz.

—Fu Heyan lo observó entrar con los ojos llorosos. Hizo pucheros y quiso llorar otra vez.

—Qin Sinian le contó a Fu Xiuyuan sobre la situación. —Ya he contactado al mejor cirujano de Europa y América para que venga. Ya está volando hacia acá.

—En el momento en que Shi Jin entró a la habitación, miró fijamente la mano de Fu Heyan.

—Ya había escuchado al médico decir que el tendón de Fu Heyan estaba lesionado cuando habló con Fu Xiuyuan. Fu Heyan ya había sido operada por su mejor médico.