Si no me crees, ¿puedes no creer a Jade?

—¡Shi Jin está aquí!

—¡La hija finalmente está aquí!

—¡Compite! ¡Compite en el lugar!

—Jueces, la competencia que quieren está aquí de nuevo.

—Shi Jin debe haber venido preparada.

En el escenario, la respiración de Shi Xuexin de repente se volvió acelerada. Sus fosas nasales se ensancharon mientras exhalaba con rapidez.

No, ¡imposible!

Ella apretó los puños y se calmó. Era imposible que Shi Jin tuviera alguna evidencia.

Su partitura había sido encontrada en la mansión de la familia Shi y había sido modificada. No tenía nada que ver con Shi Jin. Todas eran suyas. ¿Cómo podía Shi Jin darle la vuelta a la situación?

Shi Xuexin sonrió mientras miraba en la dirección de Shi Jin. Sus emociones se calmaron rápidamente.

Chu Ling frunció ligeramente el ceño. Miró en la dirección de Shi Jin y levantó las cejas hacia ella.

Después de un breve momento de silencio, hubo un alboroto.

—Lo logré, entonces ¿la competencia aún se llevará a cabo? —dijo Shi Jin en dirección a Ramos.