Zhu Sha ya no sabía qué decir. No podía soportar las miradas que estaba recibiendo de todos los que la rodeaban. Sólo quería salir de la cafetería.
Sin embargo, ¿cómo podrían ser las cosas tan convenientes para ella?
Había estado tan segura de sí misma cuando cuestionó a Jian Yiling. Y así, era imposible para ella escapar cuando descubrió que estaba equivocada.
El rostro de Jian Yunnao estaba serio mientras exigía a Zhu Sha y Mo Shiyun que se disculparan con su hermana:
—Bueno, ¿van a disculparse con Yiling ahora?
Esta petición hizo que el corazón de Zhu Sha se sintiera increíblemente incómodo.
Siempre había odiado a Jian Yiling. ¿Y ahora, se le pedía que se disculpara y se humillara ante esa chica?
Sin embargo, la persona que estaba frente a ella en ese momento era Jian Yunnao. Él le había pedido que se disculpara.
Zhu Sha sentía como si mil hormigas estuvieran gateando en su mente.