Punto de vista de Delia
Era tarde cuando regresé al palacio. El sol poniente lanzaba un brillo naranja sobre las paredes de mármol blanco del palacio. Todo el palacio había perdido el aspecto altivo del día y mostraba gentileza.
Miré a Susana y Alen, quienes nos esperaban en la puerta, y sentí un alivio.
—Hermana, mira. El palacio parece una gran tarta de mermelada bajo el sol poniente —Vivian se frotó la barriga y murmuró.
Alen tocó el cabello de Vivian. Sonrió mientras la escuchaba y le entregó algo mientras Susana y yo hablábamos.
Susana estaba tan seria como siempre. Sus ojos grises ocultaban perfectamente todas sus emociones. Ella me miró y susurró:
—¿Qué tal estuvo la fiesta hoy, señorita?
—La fiesta de hoy, creo que todo está bien —murmuré.
Guardé silencio durante unos segundos, pensando en la última mirada de Catherine, su media sonrisa, y su "Hasta la próxima".