Punto de Vista de Nuri
Me sorprendió ver a Manolo llegar a mi campamento.
Como único descendiente de la sirena, Manolo rara vez se muestra en público, pero hoy lo vi dos veces.
—¿Cuál es tu emergencia? —Estaba oscuro y, si no era una emergencia, no podía imaginar por qué estaba aquí.
—¿Puedo ir al sur contigo mañana?
—¿Por qué? —Levanté una ceja.
Si Manolo puede venir conmigo a buscar la Escama de Dragón, no tendré que pensar en traer a mi esposa.
Puede haber dificultades en el camino. Fruncí el ceño al recordar su delgado cuerpo.
Manolo sonrió. —He sido un recluso durante tanto tiempo, y es hora de ir al sur y encontrar al Jefe de Brujas. Tengo algunas dudas y necesito que las lea. Ya sabes, como sirenas, tenemos una regla de que solo podemos predecir el destino de otras personas, no el nuestro.
Asentí. —¿Pero no ha desaparecido el Jefe de Brujas hace años?
—Algunos dicen que está muerta, otros que está escondida, pero quiero descubrirlo por mí mismo.