38 Deal

Perspectiva de Azariah

Cuando se cerró la puerta de la casa de té, estaba tan enfadado que agarré la tetera de la mesa y la lancé al suelo.

—Maldición, sólo ha sido Señora Hernández durante 10 días, y ya está intentando intimidarme.

—No te enfades, Su Excelencia. He oído que no le va bien en la familia Hernández. Su esposo todavía busca una amante tras el matrimonio, y ella tiene que servir a su suegra en casa todos los días. Vive como una criada de clase alta.

Esta frase me hace sentir mucho mejor. Los matrimonios desiguales siempre vienen con un precio.

—Cuando me case con Nuri, la haré arrodillarse ante mí.

—Siempre has sido superior a ella.

Siento que tengo un dolor de cabeza de la ira. Me senté en la silla y tomé un respiro profundo para ajustar mi estado de ánimo.

Toqué mi cabello. Estaba un poco desordenado.

—Ve y consigue el peine de oro y la toalla. Quiero peinarme.