64 El Arco del Sol

Punto de Vista de Sibila

Por la mañana, Nuri y yo estábamos en el pasillo esperando a mi tía, Dalena.

Todavía llevaba su capa puesta, pero podía sentir su nerviosismo.

—Sibila, sabes que nosotras las brujas nunca nos involucramos en nada relacionado con el poder. Si no fuera por mi hermana, nunca querría entrar al palacio.

—Lo sé, tía. Nuri y yo nos quedaremos contigo. Por favor, no te preocupes.

—No, déjame entrar sola a su palacio. No vengas conmigo. Soy una bruja. El Rey no me hará daño.

—Sí, tía. —Tomé su mano y fui con ella hasta el carruaje.

Los cascos de los caballos golpeaban el suelo con regularidad. Nos estamos acercando cada vez más al palacio.

Para decir la verdad, estoy muy nerviosa ahora. Siento las palmas de las manos sudorosas.

Hoy sabré lo que pasó hace 18 años y todo acerca de mi madre.

Dado que nuestro carruaje llevaba el escudo de la familia Rodríguez, ningún guardia del palacio se atrevió a detenerlo, y llevamos a Dalena directamente al palacio del rey.