POV de Selene
Hoy es un día hermoso. El sol matinal, moviéndose a través de la niebla, se desplazaba libremente entre los pétalos de rosa, arrojando un suave velo dorado y brumoso sobre cada delicada rosa cubierta de rocío. Me senté en la silla junto al campo de flores. Mi corazón latía tan fuerte que podía escucharlo. Era más evidente que el canto de los pájaros en las ramas.
Tuve que poner mis manos en mi pecho, o me preocuparía que mi corazón palpitante saltara fuera de mi pecho.
—Su Alteza, ¿se siente mal? —preguntó Amy.
Amy, la fiel jefa de las criadas de la Reina Sibyl, dejó su bandeja y me sostuvo con una mano preocupada.
—No, estoy bien, ¡es solo que mi corazón está latiendo un poco rápido! —respondí.
—Toma un poco de té negro y un bocadillo primero —me pasó una taza de té negro caliente—. El líquido ámbar se ondulaba en la copa de cristal —comentó Amy—. No has estado comiendo bien estos días. Me temo que no estarás a la altura en la fiesta de hoy.