Tan pronto como Ulric entró en la empresa de Vince, supo que algo estaba pasando. Los empleados estaban escondidos y hablando entre ellos, sin ni siquiera dispersarse al verlo.
Acababa de llegar a la puerta de la oficina de Vince cuando la puerta se cerró de golpe y el sonido de una pelea dentro se hizo más y más intenso.
Ulric levantó una ceja y se giró hacia la ventana de vidrio para echar un vistazo general.
Había dos personas dentro de la oficina, y estaban peleando entre sí.
—¡Vaya, hay algo que ver!
Fue hacia la puerta, contó 1, 2, 3 en silencio, la abrió de golpe, luego se giró de lado, esquivó una taza voladora y cerró la puerta como si nada hubiera pasado.
—Pensé que estaban organizando alguna pelea de boxeo de clase mundial en su oficina, pero resulta ser solo ustedes jugando a la casita. —Ulric recogió un archivo del suelo y lo lanzó de nuevo sobre la mesa.
Vince y Cecil, sin camisa, estaban sentados en el suelo recostados contra el sofá, sudados y jadeando.