127 Tentándolo a perder el control, prendiéndose fuego a sí mismo (2 actualizaciones más)

Cuando Zoe Bell se metió en la cama después de un rápido aseo, olió un ligero aroma a madera que únicamente pertenecía a William Hale.

William no estaba allí, así que ella pasó algún tiempo mirando su teléfono.

Lucas Bell le había enviado un mensaje unos minutos antes.

Ella lo llamó de vuelta.

—¿Cómo están manejando la situación de la familia Bell? —preguntó.

—Está bien. Mi cuñado encontró a alguien que me ayudó, y el Tío Stone también echó una mano. Ahora está casi todo controlado, pero... —Lucas todavía era joven, suspiró—. Mi papá explotó cuando se enteró de que declaré la quiebra.

—¿Te regañó?

—Sabía que la compañía no podía salvarse pero aun así se resistió, negándose a perder la cara incluso si eso significaba sufrir.

Lucas no tenía a nadie más en quien confiar, aparte de su terapeuta, así que solo podía quejarse un poco con Zoe Bell.

Ella escuchaba en silencio, ofreciéndole unas pocas palabras de consuelo de vez en cuando.