191 Convivencia, Criando a un Marido Delicado

Hannah Johnson se apoyó contra la mesa, con todo su cuerpo presionado cerca, atrapándola en su abrazo, su cálido aliento a solo pulgadas, abrasador pero tierno contra su rostro.

Sus cuerpos estaban presionados juntos, disipando el frío del día de otoño, agregando inexplicablemente un toque de calidez y afecto ambiguo.

Cuando el beso terminó, su caliente aliento rozó contra su rostro —Hermana...

—¿Hmm?

—Tu cara está tan caliente, es como si tuvieras fiebre.

Hannah frunció los labios —Eso es porque eres inexperto y me lastimaste un poco.

—Realmente soy inexperto —Isaac Shea solo le sonrió—. La última vez fue mi primer beso.

Mientras hablaba, su ardiente aliento estaba todo sobre su rostro, avivando un calor que hacía que su corazón se acelerara. Las manos de Isaac Shea, apoyadas a su lado, se apretaban continuamente.

Acercándose más,

y aún más cerca.

Casi presionando contra sus labios, dijo —¿No eres tú la experimentada? ¿Qué tal si...?