310 El destino de la vida: Zoe Bell, La verdadera Señorita Payne (8 actualizaciones)

La cara de Iva Payne gradualmente se puso roja, luego amoratada, pero continuó riendo salvajemente hasta que sus ojos se llenaron de sangre, y parecía que ya no podía respirar. Julia Yates agarró la muñeca de su esposo.

—¡Mario!

Esto es... ¡La iba a estrangular hasta matarla!

Zoe Bell frunció el ceño; no podía simplemente ver a su padre cometer un acto de violencia en público. Afortunadamente, Mario Payne ya había soltado su agarre.

El cuerpo de Iva Payne se volvió débil, y se desplomó al suelo, agarrándose la garganta y tosiendo violentamente, mientras Celine Payne ya estaba aterrorizada.

Todo lo que podía pensar era: «¡Se acabó!». Su madre estaba acabada. Su vida también estaba completamente arruinada.

Los susurros a su alrededor se extendieron como fuego:

—Esta Iva Payne está realmente loca.