Abel se entusiasmaba cada vez más conforme caminaba por este lugar. Una colección como la que tenía el Caballero de Marshall, que data de varias décadas, jamás podría compararse con una que haya perdurado durante algunos siglos.
Tan cerca estaba la colección de la familia de Mateo de ser un museo, que Abel no encontró ningún pergamino ni nada que contuviera una técnica secreta de caballero, lo que demostraba cuán escasas y preciadas eran las técnicas secretas de los caballeros. Para protegerse de que su estatus fuera desafiado, los nobles harían todo lo posible por mantener el monopolio sobre los métodos de entrenamiento de un caballero.
Abel no podía estimar el valor de todo el tesoro valioso en esta habitación, pero según el Caballero de Marshall, todo aquí habría tenido un valor de más de 100,000 monedas de oro.
Al llegar a la parte más interna de la sala del tesoro, una piedra negra redonda con un diámetro de un metro estaba colocada en la esquina.