Rawl acercó a Abel al interior del edificio sede de la Unión de Herreros. En su camino, incontables herreros enanos y humanos saludaban a Abel con una reverencia. Abel parecía una verdadera celebridad en este lugar.
—Este es el lugar de reunión, Maestro Abel. De acuerdo a las reglas, puedes traer dos hombres contigo mientras escuchas al orador —cuando Rawl dijo eso, había un poco de anhelo en su voz que indicaba que él quería ser uno de esos hombres. Actualmente era un herrero intermedio. Con un poco más de progreso, ya habría llegado a ser un herrero avanzado. Dicho esto, realmente deseaba la oportunidad de escuchar a los maestros conversar sobre sus experiencias y demás.
No le tomó mucho tiempo a Abel darse cuenta de lo que Rawl quería, así que estuvo de acuerdo casi de inmediato, —Ha sido un viaje largo y arduo, Rawl. No sé si te interesaría, pero si gustas, acompáñame a escuchar.