Abel y Llama Voladora enfrentarían esta enorme presión solos si su cadena del alma se rompiera. Los resultados serían obvios. Podían sentir el poder de la brecha gigante incluso desde el cielo, así que si caían al océano, seguramente morirían.
Abel sintió una presión enorme penetrando su cuerpo y entrando en su cerebro. Estaba preparado; el alma druida comenzó a usar las Pociones de Recuperación Total para ayudarlo a contrarrestar la presión.
Llama Voladora aumentó su velocidad. Esta brecha no era muy ancha, así que solo necesitaban resistir por otros 10 minutos como máximo.
La presión que quedaba de la brecha antigua, que dividía los continentes, había entrado en el cerebro de Abel, pero ocurrió lo inesperado.
Abel pensó: «Esta presión era invencible, pero lo primero con lo que hizo contacto en su cerebro fue el fragmento de piedra mundial». De repente, la presión desapareció y se transformó en algún tipo de energía extraña.