Arreglando Armas Mágicas

Abel rápidamente se dio la vuelta para ver si alguien lo estaba observando. Luego, después de decidir que era seguro, sacó el martillo gigante de 700 libras que el Maestro Morry le había dado de su pulsera portal. Su mejor herramienta era el oscuro y dorado Malus Horádrico, pero lo había estado guardando en el mundo oscuro.

Después de preparar sus herramientas, comenzó a sacar la primera arma que tenía que arreglar. Era la lanza de caballero mágico. Después de sacarla de su bolsa portal, revisó el punto que había sido raspado. Innumerables datos comenzaron a aparecer en su mente. El fragmento de piedra mundial lo estaba ayudando a idear múltiples formas de reparar esta arma.

Después de elegir el plan más ideal, decidió lanzar la lanza dentro del horno primero. Si se tratara de arreglar armas mágicas, lo más importante era la fuerza del calor. No podía calentar la lanza por mucho tiempo, porque eso destruiría el dispositivo de protección de energía que estaba instalado en la runa.