—¡Carlos y Camila pronto se convertirán en magos oficiales! —dijo Abel con plena confianza.
Tenía una cantidad interminable de recursos provenientes de Ciudad Liante. Esto benefició enormemente la formación de esos magos aprendices en su dominio. Especialmente con ese gran círculo de recolección de maná, el maná se había vuelto mucho más concentrado. Todas las condiciones para que esos magos aprendices se convirtieran en magos oficiales estaban cumplidas.
—¡Sí, el maná aquí es increíble! —dijo el mago Guillermo con admiración.
—Como Abel ha regresado, dile lo que estás pensando, Guillermo. ¡La magia que Abel construyó para ti no puede quedar vacía para siempre! —interrumpió el mago Morton.
Abel estaba un poco desprevenido. Al principio, pensó que el mago Guillermo solo estaba viviendo con el mago Morton porque no se habían visto en mucho tiempo.
De repente se dio cuenta de que Guillermo estaba realmente aquí para hablar sobre la torre mágica de 6 pisos que había preparado.