—¿Eso es todo? —preguntó Bian Bo sintiendo que había algo más.
—¿Hmm? —Qu Zhuang levantó una ceja mostrándose intrigado.
—¿A qué te refieres, Hermano Qu Zhuang? —insistió Bian Bo.
—Hermano Bian Bo, sabes que los dos somos responsables de la Cadena Montañosa de la Niebla Negra —respondió Qu Zhuang intercambiando una mirada con Liao An y hablando en voz baja.
—Claro —asintió Bian Bo.
—Fuimos a otorgar amnistía a los Reyes de las Bestias Demoníacas de la Cadena Montañosa de la Niebla Negra. Esos Reyes de las Bestias Demoníacas fueron bastante perspicaces, ofreciendo tesoros proactivamente y pidiéndonos que cuidáramos de ellos en el campo de batalla —explicó Qu Zhuang.
—¿Tal buena fortuna? —el rostro de Bian Bo estaba lleno de envidia. Los Reyes de las Bestias Demoníacas de la Cordillera Montaña de Bestias Innumerables no tenían esa previsión. Olvídate de ofrecer beneficios; ni siquiera dirían unas pocas palabras amables.