El príncipe bueno para nada (1)

En la Ciudad Imperial del País de la Tortuga Negra.

Gu Ruoyun caminaba por las bulliciosas calles con ambas manos detrás de la cabeza antes de entrecerrar ligeramente los ojos ante el alboroto que tenía lugar en la avenida frente a ella. Un profundo sentimiento reflexivo cruzó por su corazón.

—Ahora que he llegado al País de la Tortuga Negra, no estoy segura de cómo puedo entrar en la Ciudad Celestial. Cruzaré ese puente y cuando llegue a él, habrá un camino.

Mientras pensaba, de repente notó a un hombre gordo corriendo hacia ella. Su cabeza estaba girada mirando detrás de él mientras corría y por eso no vio a Gu Ruoyun que estaba justo frente a él. Si Gu Ruoyun se hubiera dado cuenta de ese gordo antes, tal vez podría haberlo esquivado, pero para cuando recuperó el sentido, el gordo ya la había alcanzado...