Dongfang Shaoze de repente se arrepintió de su decisión de hacer que su padre conociera a Gu Ruoyun. Honestamente, los temperamentos de ambas partes eran igual de testarudos. Si alguno de ellos estuviera dispuesto a suavizarse, quizás la situación sería mucho más armoniosa. Desafortunadamente, ninguna de las partes era del tipo de personas que cederían.
Quizás solo una persona pueda ayudarlos...
...
Amanecer.
En el patio trasero de la Familia Dongfang, Gu Ruoyun abrió lentamente la puerta de su dormitorio. Una figura familiar se encontró dentro de su vista.
Los rasgos del hombre eran gentiles, sus labios se curvaron en una sonrisa mientras la saludaba.
—Yun'er, ¿dormiste bien?
—No tan mal. —Gu Ruoyun asintió—. Tío, ¿por qué estás aquí tan temprano en la mañana?
—Yun'er. —Dongfang Shaoze hizo una pausa elegantemente y luego respondió con un tono uniforme—. Quiero llevarte a un lugar para que conozcas a alguien. Esa persona siempre ha querido verte...