Lincoln Green observó cómo Abigail marcaba 120 para llevarse a la Tía Claudia, ignorándolo completamente durante el proceso.
En los últimos años, Lincoln Green había descuidado cada vez más a esta hija. No era solo porque su nacimiento resultó en la muerte de su esposa; también era porque la personalidad de Abigail no era agradable. Era callada e insegura, y sus gruesos flequillos la hacían ver sombría y obsesiva, no era nada agradable.
En contraste, su hijastra se había vuelto más destacada, creciendo bella y sensata. Incluso logró captar la atención del segundo hijo de la familia Piers. Su futuro parecía ilimitado, y el honor y los beneficios que podría traer a la familia Green eran incalculables.
Había pensado que el regreso de Abigail esta vez, aunque había ganado algo de peso, mostraba que hablaría más y sería más sensata. Pero en solo unos días, actuó como si no lo viera.
Hoy, mientras Jackson Taylor había sido algo arrogante, esa chica fue demasiado irrespetuosa.