Capítulo 113: ¡No se permite tocar al Segundo Joven Maestro!

Los ojos de Pullan estaban llenos de una inmensa ira.

—¿Estás loco? —frunció el ceño Abigail.

Era la primera vez que llamaba a alguien loco dos veces seguidas.

—Tú, mujer, aunque Brandon no te debía mucho, sí te ayudó. ¿Cómo puedes ser tan desagradecida? —Pullan apretó el puño, pero al oír las palabras de Abigail se sintió desesperado e impotente.

Una persona tan talentosa como Brandon debería haber alcanzado mayores alturas.

Pero...

—¿Has vuelto en sí? El veneno en tu cuerpo no es letal. Después de una sangría, deberías tener algo de fuerzas ahora. Si es así, ayúdame a subirlo a la mesa de operaciones —Abigail no entendía cómo un tipo tan duro podía pensar de manera tan irracional!.