Silencio.
Silencio absoluto.
Una quietud más allá de los límites del entendimiento físico.
Abigail podía ver a las chicas lanzándose hacia ella con manos garras, ver la bala surcando el aire, incluso ver las comisuras de los labios de Gordon curvándose hacia arriba.
Pero no había sonido.
Justo como hace dos meses, antes de que se convirtiera en Abigail Green y de repente se desmayara como el Dr. Smith, el mundo también estaba silencioso entonces.
Vio a su asistente y a las enfermeras gesticulando frenéticamente hacia ella, pero no podía oír nada, solo sentía que el mundo estaba muy tranquilo.
Como si diera la bienvenida al segador.
En estos días viviendo como Abigail Green, pensó que la vida le había dado una segunda oportunidad, pero también su mayor malicia.
Pero en este momento, Abigail se dio cuenta de que estas malicias no eran nada comparadas con la muerte.
Quería vivir, más que nunca.
Tenía que vivir; Teddy la necesitaba.