—¿Hay algo mal? —preguntó Lincoln Green con cautela.
—Cariño, ¿te puso Abigail en aprietos? —retiró su mirada indagadora Rose Taylor y preguntó preocupada.
—Ella dijo que no era ella.
—Pero...
—Basta. Me encargaré de lo del hospital. Ahora ella es la prometida de Master Brandon. Tú y Rubí deberían evitar provocarla —Lincoln Green no regañaba a Rose Taylor, pero sus palabras aún así pesaban sobre ella.
—Lo sé. Los Stones han venido a nuestra puerta —conteniendo su descontento, dijo Rose.
—¿Los Stones? —frunció el ceño Lincoln Green.
—Sí —respondió ligeramente Rose Taylor, con el rostro inexpresivo a pesar de estar de mal humor—. Este banquete de compromiso de Piers no solo ha humillado a ella y a Rubí, sino que hizo de los Stones los más grandes perdedores.