Thump, thump, thump.
Abigail escuchó su corazón latir, sintiendo sinceramente sus emociones en ese momento.
Justo cuando el corazón de Abigail comenzó a agitarse, Brandon Piers se acercó a ella con sus largas piernas. —No te pongas tan emocional, yo también fui obligado.
Después de decir eso, chasqueó los dedos.
Todo el patio se iluminó. Abigail ni siquiera había procesado lo que Brandon dijo cuando vio que el Abuelo Piers, la Ama de llaves Piers, Pullan, Kelly con su hijo, incluso Kennan Max y Kelvin Max estaban allí, y la Tía Claudia estaba empujando un pastel con velas.
Al ver a todos, la sonrisa de Abigail se volvió más cálida.
No le importaba por qué Brandon lo hizo. Su corazón estaba lleno de sentimientos encontrados, pero eso no fue todo.
En ese momento, Brandon agarró su muñeca y la llevó a una silla. La Tía Claudia dejó el pastel y todos esperaban ansiosamente. —Pide un deseo.
Abigail miró a las caras familiares, sintiéndose un poco perdida por un momento. ¿Un deseo?