Lin Wu dio un rápido paso adelante y derribó al ladrón al suelo.
La acción entera se completó en una sola respiración.
—¡Eso te enseñará a robar!
—Ahora no corremos, ¿verdad? —dijo Lin Wu mientras sostenía la mano del ladrón.
Parecía que solo lo estaba sujetando ligeramente, pero solo el ladrón sabía cuán fuerte era ella.
—No estoy corriendo, no estoy corriendo —dijo el ladrón, palideciendo de miedo. Después de años en el negocio, esta era la primera vez que lo atrapaban—. ¡Piedad, heroína!
Lu Ye se acercó por detrás y miró a Lin Wu con aprobación —Buenos movimientos.
Al oírlo, Lin Wu lo miró —Tú también te las arreglas bastante bien.
Era raro encontrar a alguien que pudiera cooperar con ella tan bien.
Lu Ye era el primero.
Los delgados labios de Lu Ye se curvaron ligeramente —¿Llamamos a la policía?
—¿Qué crees? —Lin Wu alzó ligeramente las cejas.
Lu Ye captó la indirecta y sacó su teléfono para llamar a la policía.