Tara Landon nunca ha experimentado el amor, incluso peor, ha soportado una vida de golpizas. Después de llegar a su límite, decide huir para comenzar una nueva vida sin que nadie la frene o la retenga.
Sin embargo, no muy lejos en su viaje, es interceptada por el que pronto será alfa, Victor Bane, un hombre de ojos esmeralda, misterioso y taciturno. El pensamiento de él la asusta tanto como la excita.
No piensa mucho en el encuentro hasta que se entera de que... oh, está destinada a ser la Luna de la manada de Victor. La libertad que buscaba le es arrebatada rápidamente y debe tomar una decisión: aceptar o rechazar a su compañero predestinado.
"Te tengo de por vida, Tara. Puedo ser paciente", transmitió con un gemido erótico.
Me miró a los ojos, mientras yo señalaba para que desabotonara mi blusa. Susurré, "Puedes ser paciente, Victor. Pero no es cortés hacer esperar a una mujer."
"¿Qué hará falta para que digas que sí?" preguntó con lujuria.
"Algo que no puedes dar."