El sol se había puesto en el valle y la noche estaba a punto de caer.
Anna Tao viajaba sola por la jungla. Después de presenciar los pecados de la naturaleza humana, aunque estaba sola en medio de una montaña desolada, no sentía miedo en absoluto.
Nada era más aterrador que el corazón humano.
De repente, escuchó el sonido de una aeronave volando sobre su cabeza. Levantó la vista al cielo y descubrió que la aeronave se había detenido sobre su cabeza.
Anna Tao sintió instintivamente inquietud.
¿Podría ser que aquellas personas de la academia sospecharan que ella aún estaba viva y enviaran a alguien para encontrarla?
En ese momento, la escotilla de la aeronave se abrió. Un par de alas rojas ardientes se desplegaron en el aire mientras Yu Huang descendía del cielo.
La boca de Anna Tao se abrió de asombro al ver regresar a Yu Huang.
—¿Yu Huang? ¿Por qué has vuelto? —Cuando vio a Yu Huang, toda la inquietud de Anna Tao desapareció, y solo quedó la confusión.