Sheng Xiao despertó del dolor.
Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que ya había dejado la escalera de la Pagoda Central. Había otra puerta cerrada firmemente frente a él, y esta vez, las palabras en la puerta decían:
—99.
La trampa psicológica era la más fuerte entre todos los arrays. A través de ella, Sheng Xiao fue enviado a la última ronda.
Esta era una recompensa adicional.
Pero Sheng Xiao se presionó el pecho. Era como si aún pudiera sentir el dolor de su cuerpo siendo quemado por magma. No podía estar feliz de ninguna manera. Sheng Xiao se apoyó contra la pared y no pudo superar su tristeza.
En la vida real, Sheng Xiao podría haber desaparecido solo por dos horas o un día. Sin embargo, había permanecido en la trampa psicológica durante doscientos años.
—Doscientos años.
Por un momento, Sheng Xiao no pudo sentir un sentido de pertenencia al mundo en el que estaba.